Según la Confederación Española de Familias de Personas Sordas (FIAPAS), la "desorientación y preocupación" son dos características comunes a los padres que certifican el diagnóstico de sordera en sus hijos. La incertidumbre acerca del futuro de los pequeños y la falta de información y preparación envuelven a las familias, especialmente, cuando son oyentes. Temen no poder comunicarse con sus hijos y sentirse superados por una situación que, si se cuenta con el apoyo necesario, no tiene por qué presentar ningún contratiempo.
En el caso de FIAPAS, la entidad dispone de un "Dossier divulgativo para familias con hijos/as con discapacidad auditiva" y servicios de atención y apoyo a familias (SAAF) en las asociaciones de padres confederadas. Desde su experiencia, la asociación cree que conocer a otros padres y madres con una formación específica para "desarrollar su labor como agentes de apoyo" ayuda a superar los problemas emocionales y de desajuste familiar, asumir los derechos y responsabilidades como padres de un hijo con un déficit auditivo